Eliminando el exceso de peso del tejido mamario, se reduce significativamente la presión en la espalda, el cuello y los hombros, aliviando los dolores crónicos.
La disminución del tamaño de los senos facilita una postura más erguida y cómoda, evitando la inclinación hacia adelante que suelen adoptar las mujeres con senos grandes.
- Mayor movilidad y actividad física
Con senos más pequeños y ligeros, las pacientes pueden participar en actividades deportivas y ejercicios físicos sin la incomodidad y las limitaciones que antes experimentaban.
La reducción mamaria no solo mejora la apariencia física, sino que también tiene un impacto positivo en la autoestima y la confianza de las pacientes, permitiéndoles sentirse más seguras y cómodas con su cuerpo.