Aunque no lo creas, es posible tener mamas tubulares y no saberlo. De hecho, son muchas las mujeres con mamas tuberosas que no saben que padecen de este trastorno mamario, y que tan sólo sienten una gran disconformidad con el aspecto físico y poco asimétrico de sus pechos.
En promedio, por lo menos un 20% de las mujeres en todo el mundo, acuden a la cirugía estética reparadora para solucionar el padecimiento de mamas tuberosas, un padecimiento que suele afectar su autoestima de las mujeres, que muchas veces no saben cómo lidiar con este problema estético en las mamas del que no tienen información alguna.
¿Qué es una mama tuberosa?
En sí, la mama tuberosa es un trastorno mamario, el cual también recibe otros nombres, como: pecho caprino, seno tubular o mama constreñida. En la mayoría de los casos, una mama tuberosa se caracteriza por su forma de cono, el cual rompe la estética normal de un seno.
Por tanto, en los casos en cuyas mamas tienen una base que parece estar oprimida por un anillo, el cual impide su crecimiento de forma normal, es probable que se trate de un pecho tuberoso. Además, esta afección suele ir acompañada de unas areolas muy grandes, que en algunos casos llega a ocupar la práctica totalidad del seno y hay presencia de ptosis mamaria, es decir, caída del pecho.
Debemos destacar que esta anomalía es de carácter congénita, la cual suele desarrollarse en la mama adolescente, es decir, durante la pubertad del paciente. Por tanto, es en la adolescencia cuando se pueden detectar las mamas tuberosas, etapa que como sabemos, es compleja en la madurez física y emocional de las mujeres.
En resumen, las mamas tubulares consisten en una alteración genética que condiciona el tejido de los senos, impidiendo que tengan la elasticidad necesaria para que la glándula mamaria se expanda adecuadamente, en un constreñimiento que resulta en el desarrollo de una forma cónica o tubular en los pechos.
Diagnóstico mamario
Como hemos dicho, el trastorno mamario tubular suele afectar a un 20% de las mujeres en todo el mundo. Su diagnóstico, en general, se confirma en los casos en que los dos polos inferiores del pecho mamario, carecen del tejido mamario suficiente y adecuado para dar una forma redondeada al seno, ya que la glándula tiende a herniarse y salir por el lugar de menor resistencia, es decir, la piel del pezón.
El padecimiento de mamas tubulares puede generarse en uno solo o en ambos pechos, generando asimetrías entre las mamas; ya que alguno de los dos senos tendrá un tamaño bastante mayor que el otro. Es por ello, que el diagnóstico es muy importante, así como la selección del especialista en cirugía plástica mamaria para corregir esta asimetría mamaria.
En general, la corrección de una mama tuberosa no sólo involucra la colocación de una prótesis; sino que suele requerir de una cirugía reconstructiva de la mama e implante, lo cual es importante en los casos más leves, que no se suelen diagnosticar correctamente, por lo que la colocación de un implante mamario puede no conseguir un resultado estético satisfactorio.
Vale destacar que las mamas tuberosas no es una enfermedad hereditaria, ni es una patología que ponga en riesgo la salud de la paciente, más allá de su aspecto estético y los problemas psicológicos derivados de su presencia, los cuales no deberían tomarse a la ligera.
Las patologías de mamas tubulares pueden resolverse con satisfacción y óptimos resultados, como pueden constatarlo en los casos de pacientes de antes y después de Mamas Tuberosas del Dr. Padilla, haciendo clic en el enlace.
¿Cómo saber si tengo mamas tuberosas?: Características
- Desarrollo del pecho en forma cónica o de tubo.
- Asimetrías en el volumen de las mamas.
- Escaso desarrollo de la glándula mamaria
- Presencia de un pecho notablemente más grande que otro.
- Sensación de tener los pechos excesivamente separados.
- Subdesarrollo notable del polo inferior del pecho.
- Surco sub-mamario elevado y muy estrecho. (Se observar que el propio aro o la goma de sujeción inferior del sujetador se queda marcada muy por debajo de la ubicación del pecho.
- Pechos marcadamente caídos (ptosis).
- Areola demasiado grande comparada con el resto del pecho. En ocasiones, la areola llega a ocupar la totalidad del seno (megareola).
- Protrusión cónica de la propia areola.
¿Cómo se corrigen las mamas tuberosas?
Una vez que el especialista ha confirmado el diagnóstico de mamas tuberosas, tiende dos opciones de abordaje de carácter quirúrgico. Una primera, reconstructiva para la corrección de la forma del pecho y del tamaño de la areola si fuera necesario; y una segunda para la corrección de la asimetría, mediante la colocación de un implante o prótesis mamaria.
Casi siempre, en la operación de mamas tubulares se requiere la modificación de la areola, y una vez el cirujano haya obtenido el tamaño areolar deseado, procederá a liberar la glándula mamaria de su banda de constricción, para que pueda expandirse correctamente, dando como resultado un aspecto redondeado y homogéneo.
De allí la importancia de que el especialista que vaya a realizar la cirugía sea un profesional de probada experiencia en cirugías mamarias y estética reparadora, a fin de garantizar resultados óptimos para las pacientes.
Grados de tuberosidad en las mamas
Mamas tuberosas grado I: Es el tipo más común y se caracteriza por limitar el cuadrante inferomedial de la mama, lo cual hace que las areolas están desviadas hacia abajo y adentro.
Mamas tuberosas nivel II: En este caso, ambos cuadrantes inferiores de la mama tienden a ser deficientes en su desarrollo, la cual se puede subdividir en dos tipos, con piel suficiente en la región subareolar o con piel insuficiente, por lo que la areola queda mirando hacia abajo.
Mamas tuberosas grado III: Es el tipo más fuerte, ya que afecta todos los cuadrantes del seno. Lo cual hace que los pechos tengan una base mamaria mínima, suele tener un aspecto de tubo.